En Bogotá se cumple sepelio del sacerdote, escritor e historiador Gonzalo Sánchez Zuleta

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Se cumplen en Bogotá hoy las exequias del padre Gonzalo Sánchez Zuleta, quien Descansó en la paz del Señor.

La ceremonia está prevista para las diez de la mañana en la parroquia Santa María del Prado de la capital del país. Su velación se realizó en la capilla de la Casa Sacerdotal de San Sulpicio en Bogotá.

El padre Gonzalo Sánchez Zuleta, fue un sacerdote de la Compañía de San Sulpicio, ordenado en la Arquidiócesis de Manizales, un brillante y erudito escritor e historiador.

El clérigo Gonzalo Sánchez Zuleta nació en Amalfi (Antioquia) el 3 de mayo de 1939, fue el noveno de trece hijos, en 1951 su familia se radicó en Manizales, se graduó del Colegio Mayor de Nuestra Señora en 1958. Estudió en el Seminario Mayor de Manizales, fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1965 por el entonces Arzobispo de Manizales Monseñor Arturo Duque Villegas, señala en una destacada nota el periodista Germán Ríos Martínez.

En la Arquidiócesis de Manizales fue profesor del Seminario Menor, formador del Seminario Mayor, Párroco de Nuestra Señora del Sagrado Corazón en el barrio Palermo en Manizales y vicario parroquial en la Inmaculada Concepción en Manizales.

El 1 de marzo de 1976 ingresó a la Compañía de San Sulpicio, sociedad de vida apostólica de derecho pontificio cuyo carisma es la formación de los seminaristas.

Estudió historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, fue formador en varios seminarios,  entre ellos, el de Montreal en Canadá, del Seminario Mayor de Panamá y del Seminario Mayor de Manizales. Fue profesor de la Universidad Javeriana en Bogotá y desde 2005 estaba radicado en la  casa sacerdotal de San Sulpicio en Bogotá.

El padre Gonzalo fue un lector incansable, su biblioteca era admirable y de gran volumen, un hombre apasionado por la historia y un gran enamorado de Dios y de la Iglesia. Fue miembro de la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica, del Centro de Historia de Manizales y de la Academia de Historia de Boyacá. Todas sus enseñanzas eran un derroche de saberes y experiencias. Erudito y viajero, un hombre apasionante, escritor de innumerables publicaciones.

Su deceso han sido lamentado en los distintos círculos y estamentos del Eje Cafetero, donde dejó una profunda huella.

 

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