El Opinadero.com.co
- Por: Humberto Tobón
El 98,8% de las empresas colombianas que se matriculan ante las cámaras de comercio son micro y pequeñas. Esto significa que las medianas y grandes firmas representan el 1,2% del tejido empresarial colombiano, según lo revela el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, con base en estadísticas del DANE.
El 78% del empleo en Colombia es generado por ese grupo que se denomina pymes y micronegocios, que ocupan alrededor de 17 millones de personas en cerca de 5,8 millones de negocios.
Se sabe que los sectores de alojamientos y servicios, comida, construcción, actividades artísticas y agricultura, son muy intensivas en mano de obra, muchas de ellas no calificadas y que está concentrada en las micro y pequeñas empresas.
La atención del gobierno y de los medios de comunicación se concentra en las empresas de mayor tamaño que aportan 22% del empleo nacional total y alrededor del 60% del empleo formal del país. En contraste, es muy poco el interés que despierta la gran masa de negocios que son los que sostienen parte importante de la economía. Para estos la vocería es escasa y los beneficios institucionales son pocos.
Colombia debe hacer un gran esfuerzo para aumentar significativamente el número de sus empresas grandes, que hoy no son más de 66 mil y que mejoren, de paso, sus indicadores de empleos formales. A la par, es indispensable que se les ofrezca beneficios y acompañamiento a las pequeñas empresas y, en especial a las micro, que tienen unos altos índices de siniestralidad, pues de acuerdo con cifras de las Cámaras, 185 mil pusieron fin a sus actividades en 2023.
La desaparición empresarial se presenta en los primeros meses o años de operación, lo cual se puede corregir si hay asesoría para la formalización y asistencia en el financiamiento.
La desaparición empresarial se presenta en los primeros meses o años de operación, lo cual se puede corregir si hay asesoría para la formalización y asistencia en el financiamiento.
Una política pública dirigida a los empresarios más pequeños es fundamental, en la medida en que facilita la concertación de un modelo económico que proteja este segmento, permita una mayor cualificación de sus actividades, ayude a la modernización tecnológica y flexibilice las condiciones tributarias.
Los planes de desarrollo municipales y departamentales, que se están formulando actualmente, pueden ser los detonantes de una nueva y más impactante mirada en favor de los pequeños empresarios.
- Gerente RAP Eje Cafetero