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Por: Javier Ríos Gómez
Según el DANE, la Inflación anual de 2023 para Colombia cerró en 9,28%, llegó a un solo dígito y supone una baja de 3,8 % frente a la cifra del 2022.
La cifra alcanzada se ubicó por debajo de todas las estimaciones de expertos, analistas, el mismo gobierno y es el menor dato alcanzado desde mayo de 2022 (9,07%).
En la encuesta mensual del Banco de la República, la mayoría de consultados ubicaban la variación de diciembre de 2023 entre 0,5 % y 0,7 %, mientras que en la encuesta de Fedesarrollo la variación anual se proyectaba en el 9,5 %.
A pesar que la inflación rompió la barrera del 10 %, el indicador está lejos de la meta del 3.0% establecida por la Junta Directiva del Banco de la República.
Los consumidores en general no le encuentran sentido y explicación a la inflación a la baja determinada por el DANE para el 2023, pues cuando demandan bienes y servicios de la canasta familiar, observan que lo precios no bajan y por el contrario suben, por esto, ante el resultado se preguntan y… ¿Dónde SERÁ QUE MERCA EL DANE?
Con el 9,28% de inflación en el 2023, el incremento real del salario mínimo mensual legal vigente (SMMLV) para el 2024 fue del 2,79%, el resto es actualización de la pérdida del poder adquisitivo el dinero.
Con la inflación anualizada del 9,28%, se incrementaran las mesadas pensionales superiores al salario mínimo, los peajes, arrendamientos, matrículas y otros ítems que se indexan con la inflación causada.
En la rigidez del modelo económico neoliberal, son los mercados los que establecen los precios a través de la ley de oferta y demanda.
El alza de salarios cualquiera que sea, se convierte rápidamente en un aumento generalizado de precios que afecta la canasta familiar.
En este contexto, la «mano invisible» de Adam Smith muestra limitada efectividad en preservar el poder adquisitivo de los salarios.
¿cómo superar este dilema?
Imponiendo una revisión crítica del modelo neoliberal. La flexibilidad y equidad deben ser elementos clave para garantizar el bienestar general.
Implementando estrategias efectivas de control de precios, especialmente en alimentos y servicios básicos, para evitar aumentos desmedidos que impactan directamente en la calidad de vida de la población.
Estableciendo mecanismos regulatorios que permitan estabilizar la economía sin depender exclusivamente de las fuerzas del mercado.
Fomentando un diálogo constructivo entre gobierno, empresarios y trabajadores, para encontrar soluciones colaborativas que beneficien a todas las partes involucradas.
Estabilizar los precios será un desafío complejo, ya que diversos factores, algunos controlables y otros no, influyen en esta dinámica.
Este dilema destaca la importancia de abordar no solo la indexación salarial, sino también la gestión integral de la economía para alcanzar un desarrollo sostenible y equitativo en Colombia.