Representantes de siete instituciones con enfoque diferencial indígena llegaron a la Casa Grande del Consejo Regional Indígena de Caldas en Riosucio, para el encuentro de Proyectos Ambientales Escolares Indígenas. En este espacio mostraron cómo ha sido el proceso para promover el cuidado del medio ambiente en cada una de sus instituciones. Al final, cada proyecto recibió un incentivo de $600.000 como parte del convenio entre la Gobernación de Caldas y el Ministerio de Ambiente.
Dentro del componente de educación ambiental, estas instituciones incluyen en sus pensum temas como custodia de semillas, reciclaje, huertas urbanas, transformación de plantas en productos de belleza, proceso de compostaje, entre otros procesos que le apuestan al cuidado del medio ambiente.
“Evidenciamos ese trabajo que vienen articulando profesores, estudiantes y comunidad en general rescatando el saber ancestral, proyectando sus emprendimientos. Vimos conocimiento ancestral en plantas medicinales y su transformación en shampoo o pomadas. Estos proyectos nos incentivan a seguir fortaleciendo a las instituciones, a seguir visibilizando todas esas apuestas de las comunidades indígenas como resiliencia en el tema del cambio climático y el compromiso del cuidado de la casa grande, el planeta tierra”, explicó Paola Andrea Loaiza Cruz, secretaria de Medio Ambiente de Caldas.
Los proyectos ofrecen a los estudiantes una oportunidad para comprender y abordar los desafíos medioambientales y no solo fomentan la responsabilidad en estos temas, sino que cultivan habilidades prácticas y conciencia ecológica desde temprana edad. El compromiso con el medio ambiente en las aulas construye ciudadanos informados y guardianes comprometidos del planeta.
Este es uno de los proyectos que hace parte del convenio que la Secretaría de Medio Ambiente firmó con el Ministerio de Ambiente y con el cual se busca el desarrollo de actividades de protección de la madre tierra en territorios indígenas de Caldas.
Desde huertos escolares hasta campañas de reciclaje, los estudiantes están liderando iniciativas que no solo transforman sus entornos educativos, sino que también dejan una huella ecológica duradera en sus comunidades. Estos proyectos no solo enseñan conceptos ambientales, sino que también empoderan a los jóvenes para convertirse en defensores activos de un futuro más verde.