El Opinadero.com.co
Por:José Oscar Gil
La Real Academia Española RAE registra 68 acepciones del verbo «poner»: 44 de uso común, y 24 de carácter morfológico (familiar, coloquial y figurativo). En tanto que «colocar» solo tiene cinco (5) significados…, ¡nada más!
A algún profesor de nuestra primaria se le ocurrió la tontería de enseñar que “Solo ponen las gallinas”, y todos le cogimos miedo (¡y hasta pánico!) a utilizar la copiosa gama de significados que –como dijimos– nos brinda el verbo ‘poner’.
¡No! El verbo ‘poner’ no se puede relegar al gallinero, ‘colocar’ es el que debe ser confinado. En Colombia se ha proscrito el verbo ‘poner’; y extendido ‘colocar’, en contextos donde el resto de los hispanohablantes usa ‘poner’.
El verbo ‘poner’ es bien prolífico: puede reemplazar, sin ningún problema, las cinco acepciones del verbo ‘colocar’.
Si nos empeñamos en usar el verbo ‘colocar’ –dándole connotaciones que no tiene– el día de mañana vamos a decir: se colocó bravo, porque no le coloqué atención; me coloqué de acuerdo con él; y hasta… se colocó el Sol; y en lugar del poniente tendríamos que decir el ‘colocante’. O… qué tal: eso me colocó muy contento, ¿ah…?
En definitiva, estos dos verbos se distinguen en que ‘poner’ significa ubicar una cosa en un sitio determinado, y ‘colocar’ es acomodarla u organizarla en su lugar.
‘Poner’ manifiesta la acción del que obra; ‘colocar’, la intención del que ejecuta. Se pone sin orden, se coloca con él: “El distribuidor pone los libros en la librería, y el librero los coloca en las estanterías” – “Se ponen las fichas del ajedrez sobre el tablero, y se colocan en su respectiva posición”.